Amígdalas palatinas: decidiendo entre extirparlas y conservarlas - Nariz Oido Garganta
 En blog

Al contrario de lo que se cree coloquialmente, el término amígdalas es frecuente en diferentes órganos que cumplen funciones diversas en nuestro organismo, la más conocida es la palatina, siendo los dos órganos cercanos entre los pilares del velo cerca del paladar. Estas glándulas tienen como misión atrapar virus, bacterias y diferentes cuerpos extraños y nocivos para nuestro sistema digestivo y respiratorio. Aunque podemos citar la amígdala faríngea (localizada en la parte nasal de la faringe), lingual (ubicada en la base de la lengua), cerebral (compuesta por neuronas en el lóbulo temporal del cerebro) y la cerebelosa (una porción importante de cerebelo).

Causas y problemas de la inflamación de amígdalas

Habitualmente la amigdalitis es común en niños, y su permanencia en adultos es atípica, normalmente presenta cuadros complejos de infecciones o enfermedades definidas. En su anatomía podemos visualizar estos órganos como unas bolsas o ganglios, con las funciones linfáticas de mantener y recoger todo tipo de gérmenes causantes de infecciones, como si fueran un filtro, que al ser parte del sistema inmune, lleva a una “cuarentena” estos patógenos nocivos. De esta forma, cuando la exposición a estos agentes es superior a la media normal, o nuestro sistema se encuentra resentido o no funciona bien por problemas diversos, es cuando encontramos problemas en estos órganos.

No podemos olvidar que existen tipos de virus y bacterias atípicos, los cuales por diversas situaciones se pueden presentar en una persona y causar esta debilidad inusual. Existen varios factores a tomar en cuenta para determinar los problemas de inflamación en estos órganos:

  • Alergias no controladas, usualmente relacionadas a temporadas específicas.
  • Poco cuidado en higiene o exposición a bacterias o virus.
  • Trasmisión en escuelas o guarderías, por el brote espontaneo de otros niños.
  • En algunos casos, la amigdalitis puede llegar a ser crónica por recaídas de gripes y enfermedades respiratorias recurrentes.
  • Sensibilidad en vías respiratorias por diferentes tipos de contaminación.
  • Transmisión de virus peligrosos por problemas de salud institucionales o problemas genéticos de baja del sistema inmunológico.
  • Complicación por enfermedades crónicas, genéticas, autoinmunes o condiciones resultantes de tipos de cáncer, o VIH.
  • Inflamación por respirar por la boca en espacios al aire libre, sobre todo cuando se canta, ya que se evita el filtro natural de respirar por la nariz, haciendo que el aire frío entre, descompense la garganta y entre un sinnúmero de bacterias.

Se definen los tipos de amigdalitis en los siguientes ramos

  • Amigdalitis Blanca: Es su versión ulcerosa, llamada angina de Vincent, es común en el rango de adolescentes y jóvenes. Se detecta por la mucosa de la faringe, extendiéndose de una forma anormal provocada por el bacilo fusiforme y la espiroqueta. En algunos casos este padecimiento puede revelar un grado de anemia, y de la misma forma puede llegar a ser la angina de Ludwing, pero en este caso se presenta una importante deformación del cuello y cuadros de dolor y fiebre.
  • Amigdalitis Roja: La forma más común de esta enfermedad, cuyo nombre médico correcto es amigdalitis eritematosa. Tiene los típicos síntomas conocidos, inflamación aunada con un intenso dolor de garganta y cabeza; su característica es la apariencia de la garganta muy roja, en ocasiones con abscesos y contractura involuntaria de la mandíbula. Normalmente este mal cede con antibióticos, pero si es el síntoma de otras dolencias, como el sarampión, la rubéola o la escarlatina, su tratamiento específico será diferente.
  • Amigdalitis aguda: Su nombre viene del alto nivel de dolor causado por la infección generada por virus o bacterias de cepas muy agresivas, o descuido en el tratamiento estándar. Esto puede ser generado por el uso excesivo de antibióticos o automedicación, causando la resistencia de los virus y bacterias o mutaciones de los mismos, generando factores resistentes. En cualquier caso se genera un dolor de amplio rango, pudiendo ser gradual o de forma súbita, dependiendo de las condiciones del virus, combinado con fiebre.
  • Amigdalitis crónica: En este caso se presenta un cuadro de infección e inflamación recurrente y persistente, donde las amígdalas presentan abscesos (criptas) de supuración llenos de bacterias.
  • amígdalas hipertróficas: Una condición donde estos órganos presentan un gran tamaño y el tejido se deforma, siendo la causa de hipertrofia, causando en sus casos más graves la dificultad para respirar y tragar.
  • Absceso periamigdalino: En esta condición se encuentra un absceso de pus en la parte posterior de estos órganos, en el tejido blando de la úvula, siendo una de las afecciones más doloras, inmovilizando la quijada. La falta de un tratamiento adecuado puede comprometer otras partes del cuello y ser un factor de ahogamiento.

¿Quitarlas o no?

Las opiniones están divididas entre los otorrinolaringólogos; algunos especialistas defienden la eliminación de estos órganos, la amigdalotomía como solución definitiva, con el fin de evitar futuras infecciones reincidentes de cepas resistentes o virus que puedan lesionar otros órganos, como es el caso de la fiebre reumática. Por su parte, los especialistas en contra de la extirpación argumentan que el hecho de haber sido practicada por décadas, ha comprobado que el sistema inmunológico es mermado.

Existen otras causas para la amigdalotomía cuando estos apéndices se deforman por enfermedades o crecen de maneras anormales, causando problemas en la respiración, o causan apnea, ahogamiento o ronquidos incómodos al paciente.

Otro factor importante para decidir esta operación tiene que ver con ciclos recurrentes de amigdalitis, un aproximado de más de cinco episodios en un año. Al parecer tanto los Sistemas Públicos de Salud en Europa, la Asociación de Otorrinolaringología de los Estados Unidos de América, y los Sistemas de Salubridad de América Latina, opinan de la misma forma.

Es un mito que las personas con esta operación padezcan enfermedades más frecuentes, o su sistema esté mermado. Por lógica, ya no se les presentará amigdalitis al carecer de estas glándulas, y en el caso de enfrentar enfermedades en vías respiratorias, aparecerá generalmente como faringitis. En esta tesis, numerosos especialistas aseguran que las amígdalas, después de los seis o siete años no cumplen ninguna función en el cuerpo humano.

Se ha desarrollado un punto medio en esta opinión, en donde las amígdalas son extirpadas en parte, y se encapsula parte de su tejido en la cavidad traqueal, para dejar algo de estas células protectoras.

La última palabra la tendrán ustedes como pacientes con la asesoría del especialista, decidiendo sabiamente ante la opinión de los mejores especialistas, preocupados por su salud, no dude en comunicarse con nosotros y exponer sus dudas por nuestra página web, teléfonos y redes sociales.

Escribe tu palabra y pulsa enter para buscar