Dolor de oído ocasionado por otitis externas víricas y por herpes simple - Nariz Oido Garganta
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El dolor de oído es un malestar bastante común que presentan personas de todas edades, sin importar su sexo. Si bien cualquier persona podría manifestar en algún momento de su vida este tipo de dolor, las causas que lo originan son de lo más diversas, y debido a que sin un tratamiento adecuado podría generar problemas permanentes que impliquen una disminución de la capacidad auditiva, es importante saber identificar cuándo se requiere de atención médica especializada.

En publicaciones anteriores de nuestro blog hemos hablado de los síntomas que caracterizan a las infecciones en el oído externo, medio e interno o pabellón auricular, para que nuestros lectores cuenten con información que les permita detectar si el dolor en esta parte del cuerpo indica un padecimiento que requiera de un tratamiento inmediato para reducir las probabilidades de que se presente alguna complicación.

Las patologías infecciosas en el oído reciben el nombre de otitis y anteriormente ya hemos descrito las otitis externas localizadas, las difusas, las otitis malignas y las otitis fúngicas. En esta ocasión hablaremos de las otitis externas víricas y las ocasionadas por herpes simple, incluyendo sus características, causas, síntomas, modo en que se realiza el diagnóstico y de los tratamientos disponibles actualmente para atenderlas.

Se consideran otitis externas víricas aquellas infecciones en el oído ocasionadas por virus, en este grupo se incluye la otitis vírica hemorrágica, la miringitis bullosa y el síndrome de Ramsay-Hunt. Quienes padecen otitis vírica hemorrágica presentan una inflamación en el epitelio del oído externo que va desde la capa más externa del tímpano, los síntomas que acompañan este tipo de otitis incluyen otalgia, es decir dolor de oído, sin embargo no es tan intenso como el que caracteriza a las otitis externas de origen bacteriano. El dolor se puede presentar en uno o en ambos oídos y controlarse mediante un analgésico, pero con el avance de la infección, ya sea al cabo de un par de horas o días, las microvesículas del oído se rompen, lo que ocasiona mayor dolor, que no se cesa con analgésicos. La rotura de las microvesículas ocasionan otorragia, es decir, un flujo sanguinolento que llena el canal auditivo externo y termina por pasar al exterior del oído. Una vez que comienza la otorragia el dolor no cesa, y es esta la principal característica que distingue la otitis vírica hemorrágica de las medias y de la miringitis bullosa. La vírica hemorrágica es un tipo de otitis que no genera disminución de la capacidad auditiva.

Para el diagnóstico de la otitis en el consultorio médico se realiza una otoscopia. En caso de que se trate de otitis vírica hemorrágica, el especialista detectará en las paredes del canal auditivo externo óseo formaciones bullosas con contenido hemorrágico. Al romperse estas bullas se presenta un exudado sanguinolento. Una vez diagnosticado el padecimiento, el médico prescribe antiinflamatorios y analgésicos para aliviar los síntomas, además de una limpieza del conducto auditivo externo mediante una aspiración suave. En caso de que se sospeche que la infección pueda haberse extendido al oído medio, el especialista indicará una antibioterapia sistémica, que describiremos en próximas publicaciones en este blog. También se administran gotas antisépticas o antibióticos para prevenir sobreinfecciones.

Por otra parte, la miringitis bullosa afecta al canal auditivo externo en su parte más profunda, así como a la membrana timpánica, se trata de una enfermedad producida por virus que por lo regular se presenta en el curso de un catarro común; este padecimiento suele desencadenarse por rinovirus, parainfluenza, virus RS, virus respiratorio sincitial, virus gripe A, adenovirus, entre otros, por lo que además de presentarse con los síntomas que caracterizan un resfriado, ocasiona dolor de oído y un flujo sanguinolento ocasionado por bullas con contenido hemorrágico. El diagnóstico de esta otitis se realiza con otoscopia en la que se detectan bullas sobre la membrana del canal auditivo externo, aunque pueden extenderse al oído medio. Por lo regular cuando se rompen las bullas el dolor cesa. Su tratamiento consiste en la administración de antibióticos para evitar sobreinfección bacteriana que desencadene en una otitis media aguda, pero generalmente desaparece espontáneamente cuando se alivia el cuadro de catarro o resfriado.

El síndrome de Ramsay-Hunt es otro tipo de otitis vírica hemorrágica y se trata de una enfermedad causada por la reactivación del virus del herpes. Este síndrome se presenta en los adultos y está relacionado con el virus varicela-zoster, se trata de una enfermedad neurológica que puede ir acompañada de parálisis facial; debido a que se origina por las afectaciones de un ganglio geniculado de un par craneal, no únicamente genera otitis externa, sino que genera lesiones que se extienden a lo largo del ganglio afectado. Los síntomas que lo acompañan es dolor en el canal auditivo externo, vesículas herpéticas, parálisis facial y disminución de la capacidad auditiva súbita. Para su diagnóstico, el médico evalúa la existencia de lesiones cutáneas en el oído externo, en la cabeza y en el cuello y puede indicar estudios de resonancia magnética nuclear y de estudio de la reacción en cadena de polimerasa para confirmar el diagnóstico. El tratamiento incluye el suministro de fármacos para atacar el herpes y la aplicación de soluciones antisépticas sobre las vesículas para su cicatrización y evitar una sobreinfección bacteriana.

Finalmente, otro tipo de otitis externa es la ocasionada por herpes simple. En estas otitis se presentan vesículas en el oído acompañadas de síntomas como picor y dolor localizado;  cuando las vesículas se rompen, cicatrizan y desaparecen por sí mismas en un lapso de tiempo que va de los siete a los diez días. Su tratamiento incluye fármacos empleados contra el herpes en forma tópica y oral.

Las otitis, si no son tratadas de manera oportuna por un especialista, pueden generar complicaciones que requieran de tratamientos más avanzados o bien, que impliquen una disminución de la capacidad auditiva que incluso llegue a la sordera total. Por esta razón te recomendamos que si presentas dolor de oído u otros síntomas de los que hemos descrito aquí, acudas de inmediato a consulta médica. Contáctanos para agendar una cita con nosotros, con gusto te atenderemos.

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