En la actualidad, procedimientos estéticos como la cirugía de nariz se han puesto de moda, popularizándose cada vez más, debido a los espectaculares resultados que ofrecen y que han atraído a hombres y mujeres que buscan una opción para mejorar la apariencia de su rostro. Seguramente todos conocemos a un familiar, a un amigo, al amigo de un amigo que se ha sometido a este procedimiento, y si bien podemos pensar que se trata de algo sobre la vanidad puramente estético, existen numerosas ocasiones en las que se realiza debido a la salud. Ya sea por alguna caída en la que nos golpeamos en la nariz, o porque sufrimos alguna lesión en la infancia que conforme pasa el tiempo ha comenzado a tener repercusiones, esta cirugía se lleva a cabo con la finalidad de ayudar a las personas en su aspecto físico, y en poder brindarle un auxilio para diversos males que puede ocasionar por ejemplo el tener el tabique desviado, por mencionar alguno.
Pero ¿Sabían ustedes que la rinoplastia ha tenido su origen desde los años de 1800? Estamos hablando de que en ese siglo comenzaron a llevarse a cabo las primeras intervenciones en la nariz, pero no tuvo su importancia sino hasta que estalló la primera guerra mundial, en ese momento fue cuando este tipo de cirugía obtuvo un gran empuje y mucha popularización; la mayoría de los cirujanos en aquellos días obtuvieron sus conocimientos y su práctica dentro de los hospitales militares, ya que como sabemos, de forma lamentable y algo triste, cuando ocurre una desgracia como una guerra, siempre trae consigo grandes avances para la humanidad, siendo el ámbito de la medicina uno de los más beneficiados.
En aquel momento comenzó a existir un dilema que podemos decir que era entre la forma moderna de poner en práctica los conocimientos, y la forma conservadora de hacerlo. A los médicos conservadores les encantaba y les apasionaba su carrera, pero ellos estaban muy conscientes de que la cirugía de nariz debía de practicarse solamente como un proceso para ayudar al paciente a mejorar de algún mal que le aquejaba y le generaba problemas en su vida. Por otra parte, los médicos de la nueva guardia estaban convencidos de que podían aplicar sus conocimientos para realizar una mejora estética en las personas; es decir, ayudarles a verse mejor en su apariencia física, haciéndolos lucir de una forma más estética.
El cirujano John Staige Davis, fue uno de los impulsores de la cirugía estética, ya que él había vivido en carne propia lo que eran los estragos del campo de batalla de un conflicto bélico, así como las consecuencias que traía para las personas. Por tal motivo elaboró un ensayo en el año de 1916, en donde hacía mención a tres argumentos que pretendían brindarle un reconocimiento a la labor estética de los cirujanos, tratando así de legitimar ante la comunidad médica la especialidad del cirujano plástico. Sus tres principios usados como argumento eran los siguientes: el alivio del dolor, la corrección de la deformidad, y el establecimiento de la funcionalidad. Davis se percató de cómo padecían las personas que en su momento habían sufrido lesiones que les generaba algún tipo de marca; era muy difícil para estas personas el encontrar algún buen trabajo, pues ante la imagen que brindaban les cerraban las puertas, pocas personas querían tener en su negocio o en su empresa a alguien cuya nariz, rostro o mano, presentara marcas de guerra, cicatrices, o desperfectos físicos.
Por tal motivo, el cirujano abogaba por aquellas personas, que podían volver a tener una vida como la de los demás después de someterse a una operación que corrigiera aquellos desperfectos, que en este caso eran consecuencia de la guerra. Pero en la actualidad cuántas personas no sufren de algún desperfecto en su nariz, ya sea por algún golpe o por herencia familiar que en ocasiones les ha generado conflictos en su vida, ya sea por una cuestión de baja autoestima o por ser objeto de burlas, y simplemente porque no cubren el perfil solicitado para algún empleo. En estos casos los cirujanos pueden llevar a cabo un análisis de la situación de la persona para así brindarles la opción de la cirugía de nariz que se debe practicar y los resultados que se pueden obtener.
El doctor Davis dejó las bases y dio los argumentos necesarios para que las cirugías plásticas comenzaran a tener un buen nivel de aceptación, ya que fue la primera respuesta que las personas que sentían tener una marca física para el mundo social a la que podían asistir para retirarla. Así las personas podrían tener una alternativa para integrarse a una sociedad que los relegaba solamente por algún defecto físico, y esta situación generó que se creara una nueva cultura de las masas, en la que el aspecto y la imagen tenían mucho que ver, ya que muchas personas que tal vez no necesitaban practicarse una operación la tomaban para mejorar aún más su aspecto físico.
Y esta situación es muy buena en general, ya que gracias a ese gran cirujano que tuvo en mente el aliviar no solamente lo exterior de las personas, sino también lo que se encontraba arraigado en la mente de aquellos que habían sido rechazados por la sociedad; comenzaba a generarse en las personas una gran ola en la que todos tienen una opción de remodelar los rasgos de su físico para poder tener esa estabilidad y autoestima que en ocasiones es brindada por estas cirugías. Ya que lo estético ayuda a liberar a las personas de sentirse inferiores, temerosos, e inseguros, inyectándoles la seguridad que tanto necesitan para poder seguir adelante en su vida, en su trabajo.
En definitiva, la cirugía de nariz representa no solamente una opción para lucir mejor de manera estética, sino que brinda una gran alternativa para las personas que tienen algún conflicto con la forma en que su nariz se encuentra.
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