Molestias causadas por el dolor de oído - Nariz Oido Garganta
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Se habla de dolor de oído cuando se presenta una molestia en cualquier parte que conforma este órgano auditivo, ya sea en el exterior, el oído medio, el oído interno o el pabellón auricular. La localización del dolor y las características del mismo responden a diferentes causas que originan la molestia y debido al vínculo que tiene este órgano con la audición y el equilibrio, es de suma importancia que se trate con un especialista, lo que evitará complicaciones que puedan derivar en problemas permanentes. Para que cuentes con información que te permita identificar en qué momento debes acudir al médico para el tratamiento de dolores de oído, en esta ocasión hablaremos de sus características, de las condiciones por las que se puede presentar el dolor y de sus complicaciones.

Los dolores de oído por lo regular aparecen de manera súbita y pueden ser intensos o sentirse como pinchazos en uno o dos oídos. A veces el dolor sólo aparece cuando se realizan ciertas actividades o movimientos, por ejemplo, al masticar, y llega a estar acompañado de síntomas como la sensación de tener un objeto extraño al interior del oído, o bien, escuchar ruidos, la producción excesiva de cerumen o la presencia de sangre o líquido que emana desde su interior. Tanto sus síntomas como el alcance del dolor dependen de los factores que lo originan y las situaciones en las que llega a manifestarse pueden ser de lo más diversas. Por ejemplo, cuando existe una inflamación en el oído medio o conducto auditivo externo, cuando el pabellón auricular tiene una infección o presenta congelamiento, cuando la trompa de Eustaquio está cerrada o inflamada, cuando hay daño del tímpano, cuando el conducto auditivo está obstruido por cerumen o cuerpos extraños, cuando las amígdalas están inflamadas, cuando se tienen paperas o cuando existen problemas dentales o en la articulación temporomandibular.

Conocer los términos exactos para referirte a cada parte del oído probablemente no te sean de utilidad al momento de hablar sobre el dolor que estás presentando, pero sí es importante que puedas identificar si el dolor se está manifestando en la parte externa, media o interna, esto podrá ser de ayuda para el médico al momento de realizar el diagnóstico. Además, si tienes este problema de manera regular podría ser conveniente que conozcas cómo es que funciona tu oído y por qué atraviesa por procesos que le generan dolor e inflamación, para que sigas los tratamientos adecuados que te ayuden a recuperar la salud y evitar complicaciones a futuro.

El dolor de oído, además de originarse por diferentes factores, se da de distintas maneras. En ocasiones puede ser punzante y desaparecer al poco tiempo, pero a veces llega a ser muy intenso y persistir mucho tiempo, incluso durante la noche. Es común que se recomiende utilizar analgésicos para combatir el dolor, sin embargo, en algunos casos no resulta una medida eficiente y debido a que estos medicamentos reducen las molestias pero no tratan el problema desde su raíz, lo mejor es que, si tienes recurrentemente dolores de oído, o bien, si estás atravesando por un proceso de dolor agudo, acudas con un médico especialista, de preferencia un otorrinolaringólogo para que realice el diagnóstico pertinente, te recomienda un tratamiento adecuado y puedas evitar que se produzcan daños permanentes, como la disminución o pérdida de la audición.

Como ya mencionamos, las causas que originan el dolor en los oídos pueden ser de lo más diversas, pero lo más frecuente es que se deba a una inflamación en el oído medio o en el conducto auditivo externo. Cuando el dolor es originado por la inflamación del oído medio se habla de una otitis media, la cual puede presentarse como consecuencia de un resfriado o un proceso infeccioso. Lo que ocurre en estos casos es que las bacterias de la mucosa de la nariz o de la faringe se extienden hasta el oído medio, lo que provoca que se inflame. Este tipo de inflamación es mucho más frecuente en niños de edades entre tres y ocho años y es imprescindible que se atienda de inmediato para evitar complicaciones. Por otra parte, cuando el dolor es ocasionado por la inflamación del oído externo, es decir, del conducto auditivo, se dice que se trata de una otitis externas, la cual se produce por una infección en la piel por hongos o bacterias. Este tipo de inflamación suele ser ocasionada por una excesiva higiene auditiva y errores en el uso de los bastoncillos de algodón empleados para realizar la limpieza, con los que se pueden generar lesiones en el oído. Este tipo de inflamación se presenta con mayor frecuencia en los adultos, y puede estar asociada también con la entrada de líquidos al oído, ya sea al tomar un baño o al nadar.

Además de las causas que ya mencionamos al inicio de esta publicación, las alergias, el herpes zóster, las enfermedades cancerosas y neuralgias pueden desencadenar procesos que ocasionan dolores en los oídos. Lo mismo ocurre con los cambios en la presión atmosférica que se experimentan al transitar en un vehículo por zonas con importantes diferencias de altitud, al volar, al bucear y al exponerse a sonidos fuertes como una explosión, pues esto ocasiona un golpe en el oído explicado como un cambio en la presión atmosférica.

Para el tratamiento correcto del dolor en el oído es fundamental contar con un diagnóstico adecuado. La mejor recomendación que te podemos hacer es que acudas a un consultorio médico, puede ser un médico general que, si determina que el problema debe ser tratado por un especialista, te canalice con un otorrinolaringólogo, o bien, visitar directamente al profesional médico especializado en la atención de padecimientos de la nariz, oído y garganta. Por ningún motivo pases por alto la atención médica, ya que el oído es un órgano muy sensible y si no se realiza el tratamiento adecuado de manera oportuna, los daños que sufra pueden ser permanentes. Recuerda que la presencia de dolor es indicador  que algo no está bien y una visita a tiempo al médico puede ser la diferencia entre un tiempo de recuperación corto y entre la disminución o pérdida de tus capacidades auditivas.

Lo que puedes esperar en el consultorio médico para el diagnóstico es realizar una revisión completa. El médico te preguntará el tipo de dolor que tienes, la zona en la que se presenta, la duración del dolor y su intensidad para después hacer un examen minucioso que comenzará por la revisión del pabellón auricular, continuará con la revisión del conducto auditivo externo y el tímpano utilizando una técnica especial conocida como otoscopia. Para realizar el diagnóstico el médico puede emplear también otras pruebas para comprobar las funciones de los componentes del oído, así como para determinar si existen pérdidas auditivas. Con la información el médico puede establecer algunas posibles causas del dolor, pero para tener un mejor diagnóstico podrían recomendarse más pruebas, como revisiones dentales, radiografías de la articulación temporomandibular (cuando el dolor se produce al masticar, por ejemplo), análisis de sangre o una nasofaringoscopia o bien, el médico también puede tomar una muestra para identificar si existen agentes que estén provocado alguna infección.

El tratamiento que se te indique dependerá de las causas que estén originando el dolor de oído y en el mejor de los casos algunos remedios caseros pueden ser suficientes para aliviar las molestias, sin embargo, si los dolores son ocasionados por inflamación del pabellón auricular llega a ser necesario un tratamiento con antibióticos. En caso de que el dolor sea una consecuencia de la inflamación del oído medio también puede recomendarse un tratamiento con antibióticos y el uso de analgésicos y antiinflamatorios. Mientras que en situaciones en que el dolor es provocado por acumulación de pus, el médico puede abrir el tímpano para liberarla. El uso de gotas regularmente se receta cuando existe una inflamación del conducto auricular, y si se debe a la presencia de un cuerpo extraño o acumulación de cerumen, el médico los puede retirar con el uso de instrumentos especiales. En casos especiales, llega a ser necesaria una operación, principalmente cuando se han presentado lesiones que tras un período adecuado de recuperación no logra curarse por sí solas y presentan problemas al tímpano. Por otra parte, cuando el dolor está asociado con otras enfermedades es necesario tratar esas enfermedades y valorar posteriormente los daños que presente el oído para su recuperación.

Los tratamientos farmacológicos suelen ir acompañados de indicaciones de cuidados especiales para potenciar el efecto de los medicamentos y reducir los riesgos de complicaciones. Estos cuidados pueden ser reposar en una posición que reduzca la presión en los oídos y modificar los hábitos de limpieza, particularmente en cuanto al uso de bastoncillos de algodón y la aplicación de ciertos productos. El dolor de oído puede ser algo pasajero, ocasionado por otros procesos infecciosos, y al ser tratados, el problema en los oídos desaparecerá, o bien, cuando se enfrentan cambios de presión de manera natural al poco tiempo se vuelve a la normalidad y el dolor desaparece. Sin embargo, si el dolor es intenso, si se presentan síntomas como dolores de cabeza, mareos, debilidad en los músculos faciales, inflamación alrededor del oído, fiebre, irritabilidad y estos síntomas permanecen o empeoran después de 24 horas, o bien, si se presenta un dolor intenso que cesa de manera repentina, es necesario contactar a un médico de inmediato.

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