El rostro es la parte del cuerpo en que resultan más evidentes los signos del envejecimiento, en particular en el contorno de los ojos. Las líneas de expresión, arrugas, las bolsas debajo de los ojos y los párpados caídos son los signos de envejecimiento que más afectan a los ojos. La presencia de estos signos tiene consecuencias no únicamente estéticas, sino también funcionales, impidiendo o dificultando la visión de ello que sea de gran importancia buscar tratamientos que permitan devolverle un aspecto joven a esa zona, en especial si se han presentado alteraciones en la visión a causa de su presencia. Para ello existen múltiples tratamientos estéticos que permiten modificarlos, revirtiendo el paso del tiempo y devolviéndole un aspecto fresco al rostro para que luzca más joven. Tal es el caso de la blefaroplastia, un procedimiento quirúrgico de párpados que permite corregir y mejorar el aspecto de ojos cansados provocados por la caída de los párpados.
La blefaroplastia es un procedimiento que se recomienda a aquellas personas interesadas en modificar el aspecto de sus ojos con fines estéticos y a quienes tienen problemas de salud, principalmente asociadas con dificultades de visión, ocasionados por la forma natural de sus párpados. La cirugía estética de párpados consiste en una intervención en la que se elimina el exceso de grasa y piel de los párpados inferiores y superiores. Por lo regular se realiza en combinación con otros tratamientos para corregir en general el aspecto del contorno de ojos, ya sea el levantamiento de cejas, el estiramiento de la frente o la aplicación de rellenos dérmicos para desaparecer las llamadas patas de gallo. En todo caso y de manera independiente a los objetivos que se persigan con esta operación, los candidatos ideales para someterse a un procedimiento quirúrgico de párpados deben gozar de un buen estado de salud y haberse informado del tipo de riesgos que la cirugía implica y los resultados que se pueden obtener, ello para tener expectativas realistas del procedimiento. Por lo regular quienes se someten a esta cirugía son personas mayores de 35 años, tanto hombres como mujeres, pero debido a que es un procedimiento que permite la corrección de defectos que pueden interferir en una correcta visión, cada vez resulta más común que personas más jóvenes decidan someterse a la operación, principalmente quienes por factores hereditarios tienen párpados caídos o bolsas debajo de los ojos. Esta cirugía no está recomendada a personas que padecen de presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedad de la tiroides, trastornos circulatorios o insuficiencia en la producción de lágrimas. El médico especialista se encarga de realizar las evaluaciones y pruebas previas que le permitan definir si el paciente es buen candidato a una cirugía de párpados, y en caso de que el dictamen sea negativo puede sugerir opciones alternativas.
Antes de tomar la decisión de someterse a una cirugía de párpados es imprescindible que el paciente consulte con el médico todas las opciones disponibles para alcanzar los resultados que desea. Como ya mencionamos, este procedimiento estético puede ser complementado con otras operaciones que permitan mejorar en general el aspecto del rostro disminuyendo los rasgos de envejecimiento y en algunos casos, por condiciones médicas no resulta seguro que el paciente se someta a él. El médico siempre ofrecerá tratamientos alternativos, deberá comunicar al paciente cuáles son los riesgos que implica una cirugía de este tipo, explicará en qué consiste el tratamiento y hablará con el paciente sobre el tipo de cuidados que deberá tener para obtener los mejores resultados. Una vez tomada la decisión y agendada la fecha de la intervención el paciente recibe instrucciones sobre las medidas a seguir para prepararse para la cirugía. En las semanas anteriores a la intervención se recomienda reducir, y de ser posible anular, el consumo de alcohol y tabaco. En caso de que el paciente tome algún tipo de suplemento de vitamina E, el médico indicará que suspenda su toma, lo mismo ocurre si se consume habitualmente ginkgo biloba y ginsen pues podrían prolongar la pérdida de sangre en el proceso postoperatorio, lo mismo ocurre con los medicamentos que contienen aspirina e ibuprofeno. En el día anterior a la cirugía de párpados es importante que el paciente se comience a preparar para la operación y para el proceso de recuperación y se asegure de contar con todo lo necesario. Entre los elementos que se recomienda tenga en casa se encuentran el hielo, toallas limpias, bolsas con cierre hermético para hacer compresas de hielo, compresas de gasa esterilizada, frasco de lágrimas artificiales, un cuenco limpio para agua y paracetamol. Para prepararse para la cirugía se recomienda que se lave perfectamente el rostro y no se aplique ningún tipo de cosmético. El uso de accesorios como joyas, pestañas postizas y lentes de contacto deben evitarse, y en algunos casos el especialista puede recomendar el uso de medicamentos en las horas previas a la operación. Por las características de la intervención se aconseja que se acuda acompañado por una persona que pueda ofrecer apoyo en el camino de regreso a casa pues se colocarán vendas que impedirán la visión del paciente.
La blefaroplastia puede realizarse en párpados superiores o inferiores o en ambos mediante técnicas tradicionales o bien, con cirugía láser. En el caso específico de las cirugías en párpados superiores el objetivo general es lograr el levantamiento del párpado a través de la eliminación del exceso de piel. Mientras que en las cirugías de párpados inferiores se busca eliminar el exceso de piel y los depósitos de grasa que ocasionan la aparición de bolsas debajo de los ojos. En lo referente al proceso de recuperación tras esta cirugía, las medidas a seguir son relativamente sencillas, y aunque pueden variar de una persona a otra, por lo regular se receta el uso de un ungüento para la piel y la protección de los ojos con vendas. Mantener la cabeza elevada tanto como sea posible y reducir la intensidad de las actividades diarias son otras de las indicaciones generales para todos los pacientes que se han operado los párpados. Por lo regular los pacientes de blefaroplastia retoman sus actividades habituales en el lapso de los diez días posteriores al procedimiento, aunque deben seguir teniendo cuidados especiales para evitar infecciones y lograr una buena cicatrización.