Preparación para una blefaroplastia o cirugía de párpados - Nariz Oido Garganta
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La blefaroplastia, conocida comúnmente como cirugía de párpados, es un procedimiento quirúrgico estético que tiene como finalidad modificar el aspecto de los ojos, ya sea para reducir las señales de envejecimiento o para corregir problemas de visión ocasionados por la forma natural de los párpados, principalmente los superiores. Durante el procedimiento se emplean técnicas especiales para retirar el exceso de piel y grasa en párpados inferiores o superiores, en uno o ambos ojos, según las razones por las que se realiza la cirugía y los resultados que se esperan del mismo.

En esta ocasión hablaremos de algunas generalidades de la operación y del tipo de preparación que los especialistas recomiendan antes de una cirugía de párpados, para reducir las probabilidades de que se presenten complicaciones durante y después de la misma y para obtener los mejores resultados posibles.

Como acabamos de mencionar, con la blefaroplastia es posible modificar el aspecto de los ojos, al realizar cambios en la forma y tamaño de los párpados. En caso de que la cirugía se realice exclusivamente con fines estéticos, los especialistas pueden recomendar a los interesados en este procedimiento, tratamientos complementarios para mejorar el contorno de los ojos. Estos tratamientos pueden incluir un estiramiento de la frente, levantamiento de cejas y el uso de rellenos dérmicos para reducir las líneas de expresión y arrugas formadas alrededor de los ojos. Para quienes, por la forma natural de sus párpados, tienen problemas de visión, provocados por lo regular por un exceso de piel o grasa en los párpados superiores que tienden a colgar sobre el ojo cerrándose, esta operación tiene beneficios también estéticos, ya que al modificar el contorno de los ojos, la armonía del rostro cambia y en general se obtiene una apariencia rejuvenecida.

En cualquiera de los casos, es imprescindible que antes del procedimiento se sigan algunas recomendaciones de preparación para garantizar el éxito de la cirugía. Es bastante común que las personas piensen que las cirugías estéticas no tienen ningún tipo de riesgo, sin embargo es necesario no perder de vista que, independientemente del tipo de objetivos que se persigan con ellas, no dejan de ser procedimientos quirúrgicos y al igual que cualquier otro implican ciertos riesgos. Estos riesgos son propios de la operación y van más allá de la capacidad y experiencia del cirujano para llevar a cabo el procedimiento, y están relacionados con la preparación del paciente para la cirugía, con la respuesta natural de su cuerpo a la intervención, su estado de salud y del tipo de cuidados que se tengan en el proceso postoperatorio.

Por todo esto te recomendamos que, antes de tomar la decisión de realizarte una operación de párpados, te informes bien sobre las características de las técnicas empleadas, riesgos y cuidados de preparación y recuperación, así como de las expectativas realistas que puedes tener de la operación.

Una vez tomada la decisión de hacerte la operación y después de que el especialista haya determinado si eres un buen candidato para la blefaroplastia, programará la fecha de la cirugía. Para reducir los riesgos de complicaciones durante el procedimiento y que resulte exitoso y satisfactorio, el especialista te indicará algunas medidas de preparación que debes adoptar en las semanas previas a la cirugía. Cada caso es diferente, por lo que las indicaciones que del especialista varían de una persona a otra; en todo caso es fundamental que sigas las recomendaciones personalizadas que recibas.

De manera general, en las semanas previas a la cirugía, se recomienda reducir el consumo de alcohol y tabaco, o bien, suprimir el consumo por completo, también se indica suspender suplementos vitamínicos, en especial los que contienen vitamina E, el consumo de ginseng y gingko biloba, pues pueden ocasionar que el proceso de cicatrización sea más lento. De igual manera los especialistas indican suspender medicamentos que contengan aspirina o ibuprofeno y en caso de que sean indispensables, recomendará fármacos alternativos. Es necesario que consultes con el cirujano sobre la seguridad de consumir cualquier medicación para evitar problemas durante la cirugía o en el proceso de recuperación.

En el día previo a la cirugía se sugiere que revises que cuentes con todo lo necesario en tu hogar para el proceso de recuperación. Esto incluye cubos de hielo, toallas limpias, algún cuenco para agua, material para hacer compresas frías, de preferencia bolsas plásticas de cierre hermético; gasas esterilizadas, frascos de lágrimas artificiales y cualquier fármaco que el médico indique que podrías requerir después de la operación. Considera además que a pesar de que la operación se realiza de manera ambulatoria y que puedes regresar a casa el mismo día de la cirugía, al tratarse de una operación en el área de los ojos, no podrás ver claramente por algún tiempo, así que necesitarás asistencia. Te recomendamos que te asegures de que alguien pueda pasar por ti después de la operación, y que a esta persona le des toda la información que necesite para poder apoyarte durante el proceso de recuperación.

El día de la cirugía es recomendable tomar un baño y lavarse el cabello, limpiar perfectamente el rostro y no aplicar ningún tipo de cosmético. De preferencia vestir prendas cómodas y sueltas y dejar en casa cualquier tipo de accesorio innecesario, como joyas y lentes de contacto.

Después de la cirugía se presentarán síntomas como inflamación y dolor, es normal que alrededor de los ojos se presente enrojecimiento y un lagrimeo excesivo, o bien, sequedad. Para el problema de sequedad se utilizan lágrimas artificiales o ungüentos especiales que el cirujano se encargará de recetar. Otros síntomas que son habituales son visión borrosa y sensibilidad a la luz. Durante los primeros días puede sentirse tensión en los párpados y la ya mencionada inflamación, que puede aliviarse un poco con las compresas frías.

En todos los casos se indica evitar actividades que pueden resecar los ojos, mantener la cabeza elevada y guardar reposo, evitando actividades que impliquen esfuerzo, pues estas incrementan el flujo sanguíneo y pueden empeorar los síntomas. El uso de lentes oscuros también está recomendado, especialmente en casos que presentan sensibilidad a la luz. Con el paso del tiempo estos síntomas irán desapareciendo y el médico indicará el momento en que las actividades normales pueden retomarse sin riesgos.

Si estás interesado en someterte a una blefaroplastia, en ORL y Cirugía Facial contamos con un equipo de expertos con amplia experiencia en cirugía estética facial para ofrecerte una atención de primera categoría. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para agendar una cita, con gusto te atenderemos.

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