Existen múltiples factores para tener problemas auditivos; aunque desdeñemos las medidas de salubridad en contra del uso prolongado de audífonos o el volumen alto, al pensar que solo es un mal para personas de edad avanzada, crean un deterioro auditivo tangible. En otros casos, enfermedades en vías respiratorias pueden generar un daño auditivo, siendo recomendable consultar a un especialista en oídos competente, no dejando para después algo que podemos solucionar de una vez por todas y no padecer mayores molestias futuras.
El avance en la tecnología, la investigación científica y el desarrollo aplicado a la ciencia médica, nos ayuda cada día a solucionar nuestros problemas de salud con especialistas en el ramo. De esta forma, la otorrinolaringología es la rama de la medicina responsable de la curación de las enfermedades, patologías y lesiones donde se afecta el sistema unido a la cabeza, el cuello, los odios, garganta y nariz.
La preparación del otorrinolaringólogo no solo versa en el diagnóstico, la consulta y la receta de medicinas, sino también en las cirugías necesarias para hacer funcional cualquier afección a estas zonas tan sensibles de nuestro cuerpo, y percepción espacial.
Un sistema sensible
Los médicos están de acuerdo en el mal que existe hoy en día es la automedicación. Es un problema científico la resistencia de los virus a los nuevos tipos de antibióticos, llegando a un punto en donde los científicos hablan de no existir forma de superar la evolución de estos gérmenes, los cuales todavía no sabemos si son realmente seres vivos, al ser los virus, o solo fragmentos dañados de ADN. Sin embargo, su pirateo a nuestro sistema inmunológico es tangible y cada día prolongado. La contaminación ambiental, como la inhalación de compuestos venenosos son otro factor que hace decaer nuestro sistema.
Contaminación auditiva
Entendemos el ruido como todo sonido desagradable, evitado al no querer ser escuchado. En nuestras ciudades, el volumen de todo tipo de vehículos, industrias, o música a modo de propaganda, nos hace cada día rehenes de esta contaminación auditiva. Se puede decir que la contaminación auditiva es la más barata de producir, pero tiene un efecto acumulativo en el ser humano, lo que es difícil de cuantificar o medir. Nos dice la Organización Mundial de la Salud, acerca de la media de la población en grandes ciudades, que soportan más de los 65 decibelios recomendados para los niveles de salud.
Los primeros síntomas a esta contaminación se desarrollan en factores psicológicos, neurológicos, llevando a la somatización de diferentes dolencias. El estrés es el resultado común de este ruido latente, que nunca termina. Se tienden a priorizar los síntomas más comunes de esta contaminación, ubicados en los trastornos neuronales y cardiacos, pero la dificultad de comunicación y pérdida auditiva son otras causas importantes, tendientes a minimizarse, pero responsables de una mayor o menor calidad de vida.
Aunque existen niveles sonoros establecidos para determinar la contaminación auditiva, la medición no es exacta al existir factores no cuantificables en el caos de una ciudad. Por ejemplo, la zona de obras de un puente o camino tendrá un amplio margen de ruido, pero de la misma forma un local o mercadillo lleno de altavoces ruidosos podría generar el mismo impacto. La sirena de una ambulancia, el ruido de un escape de un camión, un helicóptero y sus aspas, etc. Como ven es imposible determinar cuánto ruido puede suceder de una manera precisa, además tenemos emisores naturales y artificiales, fijos y móviles, aparte del nivel de ruido en que conviva el paciente por su actividad laboral, escolar o domiciliaria.
Estos factores son los que analiza un especialista en oídos, quien se puede dar cuenta de la dificultad de revisar diferentes causas tan disimiles.
Padecimientos auditivos más comunes
- Pérdida auditiva en ambos Oídos: Su origen es generado por muchas causas, siendo común la avanzada edad, pero también por factores genéticos o traumatismos auditivos, y últimamente el excesivo uso de audífonos en alto volumen es una causa frecuente. Este síndrome se desencadena de manera simultánea y en la misma intensidad en ambos oídos.
- Timpanoesclerosis: Afectación de la membrana timpánica, a causa de oclusiones o inflamaciones severas del oído medio, muchas enfermedades en vías respiratorias pueden generar este daño. Dependiendo del daño es la necesidad de una cirugía que pueda ayudar a la recuperación de estos órganos.
- Hipoacusia: Síntoma generador de sordera parcial o pérdida auditiva, en sus formas extremas la pérdida del equilibrio, mareos, o dolor son comunes. Tiene formas diferentes en su sintomatología, como la percepción diferente entre sonidos, dificultad para entender voces femeninas o masculinas, confusión cuando hablan más de dos personas, etc. Habitualmente esta enfermedad se produce en el primer año de nacimiento, siendo de principal importancia la canalización de un pediatra al especialista en oídos para hacer las pruebas pertinentes para tratarla.
- Enfermedad de Ménière: Un síndrome extraño, pero frecuente. Su padecimiento se centra, en la presión alta en el oído interno, causando una perdida en el equilibrio del cuerpo. Los vértigos, mareos, náuseas, vómitos son las molestias comunes. No existe una cura, pero sí existen avances en tratamientos que hacen menores estas molestias y regulan al mínimo estos episodios.
Ruidos del Oído
Como un mal intrínseco a nuestro urbanismo, llamado a tomar parte de nuestra vida desde las grandes ciudades hasta las carreteras más alejadas de nuestro país o los focos industriales en todo el país, el desarrollo de impactos negativos para nuestra audición es un hecho común, sin contar el uso de audífonos en todas sus formas y presentaciones.
Pero uno de los hechos más significativos y molestos para cualquier persona, siendo algo recurrente en nuestros tiempos, es el escuchar un zumbido sin causa aparente. Esta forma inquietante, incomoda en todos los sentidos y no deja al cuerpo descansar, tanto física como psicológicamente, causando desajustes sociales, fisiológicos y psicológicos.
A este padecimiento se le llama Tinnitus y es mucho más común de lo que se puede pensar, pero es a veces escondido e ignorado por las connotaciones que puede representar, causando muchos problemas emocionales y distanciamiento con la familia o el entorno de la persona.
Un diagnóstico preciso
Pensar en dar consejos genéricos es casi como auto recetarse, de esta forma podemos ver poblado el internet, desde la utilización de sustancias naturales, muy de moda en nuestros días, hasta lista de objetivos o alimentos para no ingerir para bajar la incidencia de este malestar auditivo.
Los otorrinolaringólogos recomiendan asistir a la consulta con un especialista en oídos para llegar a un diagnóstico preciso y certero. No pierda tiempo valioso con recetas de “cocina”, su salud auditiva es un bien precioso, generador de su comunicación, paz y tranquilidad. Comuníquese con nosotros, en nuestra página web, teléfonos o redes sociales, y esté seguro de que juntos encontraremos la mejor solución.