Tratamientos para el dolor de oído en los niños - Nariz Oido Garganta
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El dolor de oído o también conocido como otitis, es una afección muy común en los infantes, sobre todo en los más pequeños, de los seis a los 24 meses. Habitualmente suele presentarse y desaparecer sin complicaciones, pero en ocasiones la inflamación del oído medio puede volverse crónica y causar mucho dolor y volverse incluso una potencial causa para la pérdida de audición.

La otitis consiste en un proceso de tipo infeccioso-inflamatorio que afecta el tejido que recubre la caja del oído medio, provocando un ligero abombamiento de la membrana del tímpano. Es el principal motivo de dolor en los oídos y suele ser más frecuente en las estaciones frías, como el otoño y el invierno.

En los niños es una patología muy común que afecta hasta el 60 por ciento de los menores de un año, y casi a todos los niños menores de cinco años la ha sufrido. Cuanto menor sea la edad del niño cuando la sufre por primera vez, existen más posibilidades de que la padezca nuevamente. Su principal causa es la presencia de bacterias como el neumococo y la moraxella, aunque también puede ser causada, a menor medida, por una infección viral, aunque si existe una infección viral en las vías respiratorias, se puede favorecer a una sobreinfección bacteriana en el oído.

Regularmente, el dolor de oído no se trata de un proceso grave y suele aliviarse después de unos días sin necesidad de tratamiento, pero en algunos casos, la otitis puede desencadenar en consecuencias importantes. En los últimos años, debido al uso indiscriminado de los antibióticos en los niños, se ha provocado que los microorganismos que provocan la otitis puedan hacerse más resistentes y desencadenar en un cuadro sintomático más complejo.

Los síntomas de la otitis se producen a lo largo de diferentes fases, si el niño presenta los síntomas y luego comienza a recuperarse, no hay nada de que preocuparse, pero si continúan avanzando, lo mejor es acudir de inmediato con un especialista para que realice una evaluación y determine un tratamiento. Las fases de la otitis son:

  • Fase serosa. Esta fase se inicia con la sensación de taponamiento auricular, autofonía o que se puede escuchar a sí mismo, e hipoacusia, la pérdida auditiva, sin llegar a ser sordera, debido a un fenómeno de vacío producido en la caja del oído medio. En esta fase puede o no haber dolor, en caso de ser un síntoma, es muy leve y sólo representa una ligera molestia. En algunas ocasiones, el niño puede demostrar desequilibro al caminar o gatear, producido por la baja presión del oído medio.
  • Fase de pre-supuración/supuración. En esta fase aparece el dolor y se intensifica de manera progresiva; conforme aumenta, se extiende a las zonas aledañas al oído. También se produce hipoacusia. Ya que su aparición es más frecuente en los niños, su forma de reaccionar es distinta a la de los adultos, por lo que suele llorar de manera intensa e intentar cubrirse el oído con la almohada o una frazada intentando reducir el dolor. Otros síntomas generales que suelen aparecer son fiebre, cansancio, falta de apetito, intranquilidad y vómitos. En caso de presentarse en los lactantes, los síntomas en el oído suelen ser escasos e incluso no manifestarse, por lo que frecuentemente llegan a una consulta por los otros síntomas: agitación, vómitos o fiebre.
  • Fase de perforación (exteriorización). Si se llega a esta fase, la otitis puede comenzar a considerarse crónica y existe una gran posibilidad de que se presente una complicación. En esta fase, el tímpano se perfora y la supuración drena a través de él, en este punto los síntomas pueden desaparecer o mejorar; pero si el dolor de oído persiste, se trata de una complicación y requiere de un tratamiento. El signo más característico es la supuración, que consiste en la salida de cerumen por el canal auditivo, y en ocasiones también puede haber una ligera hemorragia.
  • Fase de regresión (restitución). Se produce una regresión de los síntomas hasta su normalización.

Tratamiento para la otitis en los niños

Si el padecimiento ha llegado hasta la tercera fase y aún hay dolor presente o incluso aumenta, es necesario aplicar de inmediato un tratamiento para evitar daños permanentes en los oídos, que incluso pueden terminar en sordera parcial o total. Existen dos tipos de tratamientos: la terapia farmacológica y la quirúrgica.

La terapia farmacológica consiste en el suministro de antiinflamatorios y analgésicos, para reducir la inflamación y el dolor. Los tipos de medicamentos dependerán de la evaluación del médico especialista, de los síntomas que este presentando la otitis y de la edad y características de salud del niño; también se debe tener en cuenta si es la primera vez que presenta dolor o se ha presentado con anterioridad y con qué frecuencia.

También se le suelen recetar antibióticos para ayudar a las defensas de su cuerpo a luchar contra la infección, pero se debe tener en cuenta que el uso excesivo de antibióticos puede generar microorganismos más resistentes, por lo que el médico debe evaluar detenidamente su uso.

Pero si el tratamiento farmacológico no surte el efecto deseado o existen otras complicaciones, se debe optar por una intervención quirúrgica. Para estos casos existen dos técnicas comunes, la primera es la paracentesis timpánica, que consiste en sacar el líquido del interior del oído y se realiza con fines terapéuticos en aquellos pacientes con dolor muy intenso o fiebre persistente.

La segunda técnica es el uso de los tubos de ventilación transtimpánicos, aunque sólo están indicados en la otitis media aguda de repetición, es decir, cuando se debe a la sobreinfección de una otitis. Consiste en la colocación de un tubo de ventilación en el canal auditivo.

A pesar de que el dolor de oído es un padecimiento común, como con toda enfermedad que afecte a los niños, se debe estar al pendiente de cómo evoluciona, y de ser requerido acudir con un especialista en el oído, como los de ORL y Cirugía facial, con quienes encontrarán un tratamiento integral con las mejores técnicas y de la mano de los profesionales más capacitados. Pueden agendar una cita vía telefónica, contamos con dos consultorios en la Ciudad de México y uno en León, Guanajuato, donde con gusto los atenderemos.

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